31 agosto. Las Palomas vienen a saludarme
El cielo está totalmente despejado y por el oeste unos colores azulados muy bonitos que tienen que ver con que esté la luna llena, arriba se ve la estela de un avión a reacción. Los gorriones ya llevan un ratito cantando y algún estornino se oye también.
Está funcionamiento la ruta de salida de aviones de Barajas por el sur, se escucha al fondo los aviones y también se oye algún coche de la carretera que hace la circunvalación del pueblo.
Hay una ligera brisa que mueve las ramas de los árboles, ha cambiado el tiempo, el aire huele a húmedo cuando cuando lo respiro, voy a hacer la meditación budista, todavía no ha salido el sol, hoy la haré por primera mirando hacia el oeste, hacia la luna llena sintiendo todas mis sensaciones, siento los isquiones sobre el cojín, los bordes de los pies sobre el suelo, manteniendo mi atención en la respiración, sintiendo como entra el aire por la nariz y sale por la boca caliente, sintiendo el peso de los párpados, sintiendo la lengua sobre el paladar, a veces la garganta traga un poquito de saliva, sintiendo la ligera presión de los labios, relajo los hombros, pongo la mano derecha sobre la izquierda, apoyó las puntas de los dedos gordos y comienzo esta relajación de 30 minutos.
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